jueves, 28 de abril de 2011

Política Laboral Alemana



Una de las figuras laborales más legítimas llevadas a cabo para flexibilizar el mercado laboral de Alemania parece estar llegando a su fin. La iniciativa se implantó en el gobierno de Merkel, la cual parecía dar solución a los problemas relacionados con el desempleo a largo plazo.

Se trataba, y aún se trata, de los trabajos por un euro o lo que en Alemania denominan “ein-euro-jobs”. El Estado subvenciona a las empresas para que contraten parados pagándoles un euro o euro y medio la hora y el resto, hasta llegar a un salario mínimo, lo aportan las instituciones públicas correspondientes.

Por consiguiente, las empresas pueden contratar a un coste mínimo mano de obra cualificada; el trabajador no abandona el mercado laboral y el Estado podría presumir de unos niveles bajísimos de desempleo porque estas personas estaban legalmente empleadas. Sobre el papel todo son ventajas. Pues bien, la era de los “ein-euro-jobbers” (trabajadores por un euro) parece llegar a su fin, al menos tal y como se la conocía hasta el momento.

Esto se debe a que en la práctica se producían situaciones que para nada se ajustaban a los resultados que la medida pretendía.


Las empresas recibían por contratar un trabajador en paro bajo esta modalidad 500 euros al mes. Por lo que estas se sacaban limpios más de la mitad de esos mencionados 500 euros por contratar a un trabajador cualificado por el que ni siquiera hay que pagar contribuciones sociales.

Para los trabajadores como en el resto de contratos, hay un tiempo de prueba y otro tiempo pasado el cual el trabajador adquiere plenos derechos y pasa a ser contratado como uno más. Pero los “ein-euro-jobbers” o no pasan el tiempo de prueba o si lo hacen muy bien, la empresa se asegura de que no lleguen al tiempo límite antes de adquirir todos los derechos ya que sale infinitamente más rentable contratar a otro trabajador por un euro/hora con aptitudes similares y, peor aún, se daba el caso de empresas con la mayoría de la plantilla formada por estos trabajadores en vez de trabajadores regulares. Esta medida a largo plazo lo que hacía era desplazar al trabajador común.

Esta política laboral crea problemas para los trabajadores sobre todo, ya que una vez que el parado entra a trabajar como “euro-jobber”, si tiene la suerte de ajustarse al perfil de las empresas , como “euro-jobber” se queda hasta que vuelve de nuevo al paro con la horrible sensación de haber estado trabajando gratis y enriqueciendo a estas.
Esta iniciativa parece absurda y costosa. Debería ser abolida o modificada por el gobierno Alemán que aunque parece que ya se ha percatado de la situación todavía no ha dejado muy claro como modificarla o solucionarla para que las empresas no sigan aprovechándose de los trabajadores en paro y no les den esperanzas de poder aspirar a un puesto fijo en sus empresas.

Como parece ocurrir siempre, las empresas aprovechan cualquier situación para enriquecerse sin tener en cuenta al resto del mundo.